domingo, 31 de mayo de 2009

Reunión de antihéroes

Otra vez haciendo de socorrista. Deja vù. ¿Cuántas veces repetiremos la misma escena? Tanto el más rudo como el más soñador tiene un día de estos. Copas y copas para dar el punto de videoclip de Maná a una pequeña crisis sentimental. Para no acabar con la misma taja que mi compañero, aprovecho sus excursiones al WC Caballeros para echar el ron de mi copa en copas vacías.

Mi amigo no deja de mirarme. Ojos enrrojecidos y va por la sexta vez que relata los hechos acontecidos la noche anterior. Siempre el mismo problema de pareja "idealización-paso del tiempo-decepción". ¿Cuánto nos cuesta encontrar a una persona que despierte nuestras ilusiones, sueños de un futuro, en la misma proporción que nos atrae? Sin duda, no es fácil de encontrar. Una vez encontrada la persona, ¿por qué no le damos el beneficio de la duda y la posibilidad de imperfección?

¿Cuál es la verdadera razón de esta escena? ¿La necesidad de sentir de vez en cuando la emoción de un naufragio inminente por más que luego todo quede en una nimiedad? ¿Es acaso el miedo que produce darse cuenta de que estamos enganchados a alguien y que cualquier acto suyo, inesperado o fuera del guión, acaba con nuestra paz interior?

Dice estar enamorado, y jodido. Posiblemente lo segundo siempre sea una consecuencia de lo primero. Es un riesgo de deliciosas y peligrosas consecuencias.



Esta entrada no trae canción porque sería una Maná y no me apetece.

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