lunes, 11 de mayo de 2009

Limbo

No aguanto más en esta sala de espera de blancas paredes, desnudas y sin cuadros, que empiezan a amenazar con derrumbarse sobre mí. ¿Cuánto aguanta el optimismo en una habitación sin ventanas?
Necesito pistas sobre qué está pasando ahí fuera. La incertidumbre me devora los ánimos. La imaginación empieza a hacer de conductos de ventilación por los que dejo escapar la toxicidad de esta impaciencia. Me sudan las manos de pensar en que aún sigo sin tocar las tuyas. Cada noche se antoja larga sabiendo que si me duermo habrá pasado otro día sin haberte visto. Esta vez no pienso abandonar.
¿Cuál será tu reacción? Con tan sólo mirarme sabrás la historia de estos días, el relato de una rendición sin precedentes, pues la batalla que había emprendido sin ser consciente de ello se ganaba dejando de luchar.

1 comentarios:

drapaira dijo...

q bonito tiaaaaaa