martes, 31 de marzo de 2009

Las Nuevas Mañanas

Hoy café para desayunar, y no soy consumidora habitual de él. Sabe a trabajo, a mis 5 minutos después de dejar el abrigo mientras en el ordenador el Windows Carroza hacia un amago de arrancar. He cambiado el congelamiento en la cocina de la planta 2 de la Torre C por la cálida cocina del piso de mi padre, las gestiones de contratos por un capítulo de Sexo en Nueva York y un vistazo al Pais.com, la ropa de curro por trapitos de andar por casa, el maquillaje-oculta-ojeras por la cara lavada. Hoy me he vuelto a levantar a las 7, eso no ha cambiado. Nunca pensé que un café tuviera tal poder evocador.

Fdo.: Alguien a quien le gustaba trabajar.



1 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bien, Eli en estado puro, me gusta! Ya ke no te apetece jugar al ajedrez conmigo, podiamos tomar un inofensivo cafe&cake... no?


Manu